Rafael Bardem Solé (1889-1972) nació en Barcelona y, pese a no tener antecedentes familiares que se dedicaran al teatro y haber trabajado de joven como escribiente y empaquetador en una carbonería, debuta a principios de los años diez en los teatros de la ciudad condal. Concretamente, una reseña de una obra representada en el Teatro Romea de Barcelona, publicada en La Esquella de la Torratxa el 20 de enero de 2011, destaca al “debutante actor Bardem” por sus “grandes condiciones de galán”. Tras unos años trabajando en Cataluña, Valencia y Madrid, se acaba instalando en la capital, donde contraerá matrimonio con Matilde Muñoz Sampedro en 1918. A mediados de los años veinte formó compañía junto a Fernando Aguirre, y su esposa Matilde fue la primera actriz, aunque no obtuvieron un éxito muy prolongado. Volvería a fundar compañía propia en 1935, esta vez junto a Antonia Herrero. Pero su carrera teatral se desarrolló principalmente en las compañías del Teatro Español, el Reina Victoria, el Cervantes, el Lara (con Carmen Díaz), el Infanta Isabel (con Arturo Serrano e Isabel Garcés), y con la Compañía de Teatro Nacional del María Guerrero, bajo la dirección de Luis Escobar, con quien terminaría trabajando en el Teatro Club de Recoletos. Debutó en el cine en 1940 con Mauricio o una víctima del vicio de Jardiel Poncela. Su labor en más de 110 largometrajes se ciñó a papeles de reparto, donde solía dar vida a personajes cargados de la misma bonhomía con la que le recuerdan sus descendientes.